Kevin Spacey sigue sumido de lleno en el juicio por el que se le acusa de abuso sexual en Reino Unido. El actor califica de "absoluta estupidez" la acusación de que agarró la entrepierna de un hombre, ya que le parece que "ese no suele ser el primer paso".
Él se declaró inocente ante el Tribunal de la Corona de Southwark, en Londres, de 12 cargos de delitos sexuales cometidos entre 2001 y 2013, cuando era director artístico del teatro Old Vic de Londres.
Las acusaciones aseguran que el oscarizado de 63 años les manoseó de forma agresiva, incluso uno dice que le pilló practicándole sexo oral mientras estaba desmayado. El caso lo está llevando la fiscal Christine Agnew, pero Spacey defiende que el acusado se inventó todo: "Se inventó toda la historia de principio a fin. Es una absoluta estupidez. Solo quiere dinero, dinero y luego dinero".
Mantiene que él no agarró la entrepierna a ningún hombre
Se definió a sí mismo como "una persona afectuosa que abraza a la gente cuando la conoce", reconociendo que "a veces era promiscuo y tenía encuentros sexuales casuales e indiscriminados". Además, destacó que sus insinuaciones son propias de cualquier persona que intenta lugar: "No sé si alguien es gay o hetero con sólo mirarle".
"Definitivamente malinterpreté las señales que pensé que me estaba enviando, lo acepto. El contacto no fue algo a lo que se llamaría un agarrón o un manoseo, fue un toque suave". Y es que Spacey describió sus encuentros con dos de los otros denunciantes como "interacciones consentidas": "Si fueron más allá de lo que querían, no me lo dijeron", destacó.
"Cada encuentro que tenemos como humanos, que he tenido, es único. La circunstancia es única, la persona es única y la forma en que hemos interactuado es única. Quiero decir, tal vez no fui tan amable con él como él hubiera esperado si nos hubiéramos conocido ese día y tal vez estaba molesto por otras cosas con respecto a mi sexualidad", sentenció.